"Aquí yace Guillen de Rohan, maestro de la iglesia de León y aparejador de esta capilla". La cita corresponde a uno de los enterramientos sitos en las capillas de Santa Clara y supone la primera referencia histórica que se conserva acerca de la profesión de aparejador. Guillen murió en la primera mitad del siglo XV, confirmando que esta profesión técnica es una de las más antiguas de nuestro país. Su función: vivir y organizar la obra en los aspectos técnicos y económicos.
A lo largo de la historia el papel de los aparejadores ha sido fundamental en el proceso constructivo. Él es uno de los responsables de la dirección facultativa de la obra y conoce, junto con el Arquitecto, las técnicas constructivas que permiten llevar a buen puerto la gestión de un proyecto.
|